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martes, 10 de mayo de 2016

Cáncer tiroides



Existen cuatro tipos de cáncer tiroideo: papilar, folicular,
Medular y anaplásico. 
Cáncer Tiroideo Bien Diferenciado: 
Papilar y Folicular
Los cánceres Papilar y Folicular se conocen como cánceres tiroideos bien diferenciados, lo que significa que las células cancerígenas se ven y comportan, en cierta medida, como células tiroideas normales.
Los cánceres papilar y folicular representan el 90% de todos los cánceres tiroideos. Suelen ser de crecimiento muy lento.
Sus variantes incluyen cáncer columnar, cáncer difuso esclerosante, la variante folicular del cáncer papilar, cáncer de células de Hürthle, y cáncer de células altas.
Otras dos variantes (cáncer insular y sólido/trabecular) se consideran intermedias entre los cánceres tiroideos bien diferenciados y los cánceres pobremente diferenciados. Las variantes tienden a crecer y diseminarse más rápidamente que el cáncer papilar típico. 
Si se detectan de forma temprana, la mayoría de los cánceres papilares y foliculares pueden tratarse exitosamente. Su tratamiento y manejo son parecidos y se basan en su estadio y los niveles de riesgos individuales. 
El cáncer tiroideo papilar es el tipo más común de cáncer tiroideo. Representa cerca del 80% de todos los cánceres tiroideos. El cáncer tiroideo papilar generalmente crece muy lentamente, pero con frecuencia se disemina a los ganglios linfáticos del cuello. También puede diseminarse a otras partes del cuerpo. 
La variante más común del cáncer papilar es la variante folicular (que no debe confundirse con cáncer tiroideo folicular). También crece de manera muy lenta. Otras variantes del cáncer tiroideo papilar (columnar, difuso esclerosante, y de células altas) no son tan comunes y tienden a crecer y diseminarse más rápidamente. 
El cáncer Folicular representa aproximadamente el 10 a 15% de todos los cánceres tiroideos. Su tratamiento se discute más adelante en este folleto. El cáncer tiroideo de células de Hürthle es una variante del cáncer folicular. 
Normalmente, el cáncer folicular no se disemina a los ganglios linfáticos, pero en algunos casos puede diseminarse a otras partes de cuerpo, como los pulmones o los huesos.
El tratamiento para el cáncer tiroideo folicular es similar al tratamiento del cáncer papilar. El cáncer de células de Hürthle (también conocido como oncocítico u oxifílico) tiene menos probabilidades que otros cánceres tiroideos de absorber el yodo radiactivo (RAI), el cual se utiliza con frecuencia en el tratamiento del cáncer tiroideo diferenciado. 
Una proteína llamada tiroglobulina (abreviada Tg) se utiliza como marcador para identificar si todo el cáncer tiroideo diferenciado ha sido eliminado de manera exitosa. La determinación periódica del nivel de Tg en su sangre ayudará a sus médicos a determinar que tan bien va usted con su tratamiento. Algunos pacientes producen anticuerpos contra la tiroglobulina (TgAb), los cuales no son dañinos, pero enmascaran la confiabilidad del valor de la Tg.
Cáncer Tiroideo Medular
El cáncer tiroideo Medular representa el 5 a 7% de todos los cánceres tiroideos. Se desarrolla en las células C de la glándula tiroidea. El cáncer tiroideo medular es más fácil de tratar y controlar si se diagnostica antes de que se disemine a otras partes del cuerpo. Algunas veces se puede diseminar inclusive antes de que se haya detectado un nódulo tiroideo.
Los dos tipos de cáncer tiroideo medular son el esporádico y el familiar.
El cáncer tiroideo medular esporádico es diagnosticado en aproximadamente 80% de todos los casos y se presenta en individuos sin antecedentes familiares identificables. 
El cáncer tiroideo medular familiar puede estar asociado a hipercalcemia y tumores adrenales (es decir feocromocitomas). 
Se debe realizar pruebas genéticas a todas las personas diagnosticadas con cáncer tiroideo medular. La prueba genética es considerada el estándar de cuidado, no una prueba de investigación.
Si se ha determinado que el paciente padece cáncer tiroideo medular, los miembros de su familia inmediata deben ser estudiados para determinar si existen factores genéticos que pueden predecir el desarrollo del cáncer tiroideo medular. Las pruebas se enfocan en el protooncogén RET. 
En los individuos que presenten estas alteraciones genéticas, incluyendo niños e infantes, la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides antes de que el cáncer tenga la oportunidad de desarrollarse, tiene una alta probabilidad de ser una cura preventiva. 
Casi el 100% de los pacientes que presentan la mutación (una secuencia anormal en el proto-oncogén RET) desarrollarán eventualmente cáncer tiroideo medular. Esta mutación específica sirve para determinar si la glándula tiroides debe ser extirpada o no. 
Los cánceres tiroideos medulares normalmente producen calcitonina y antígeno carcinoembrionario (ACE), que se pueden medir con pruebas de sangre. 
El cáncer tiroideo medular no tiene la capacidad de absorber yodo. Debido a esto, no se debe utilizar yodo radioactivo (RAI) en el tratamiento del cáncer tiroideo medular.
El tratamiento para el cáncer tiroideo medular es la cirugía.
Su pronóstico a largo plazo no es tan positivo como el de los cánceres tiroideos bien diferenciados.
Sin embargo, en años recientes, se han llevado a cabo ensayos clínicos que han probado nuevos fármacos promisorios para el tratamiento de cáncer tiroideo medular progresivo.
Caprelsa (vandetanib) ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos para pacientes seleccionados con cáncer tiroideo medular.
Cáncer Tiroideo no Diferenciado –Cáncer Tiroideo Anaplásico
El cáncer tiroideo Anaplásico es el tipo menos frecuente de los cánceres tiroideos. Representa solamente 1-2% de todos los cánceres tiroideos. 
Se presenta con mayor frecuencia en las personas mayores de 60 años que en las personas jóvenes.
En muchas personas, se encuentra acompañado de otros tipos de cánceres tiroideos, incluyendo los cánceres tiroideos bien diferenciados.
El carcinoma tiroideo anaplásico también se conoce como cáncer tiroideo no diferenciado. Esto significa que las células no se parecen a las células tiroideas normales, ni se comportan como ellas. Como consecuencia, estos tumores son resistentes al yodo radioactivo. 
Este tipo de cáncer tiroideo más raro es muy difícil de controlar y tratar, ya que es muy agresivo y puede diseminarse rápidamente en el cuello y en otras partes del cuerpo.
3. Pronóstico del Cáncer Tiroideo
Aunque el diagnóstico de cualquier clase de cáncer tiroideo puede ser atemorizante, las formas más frecuentes del cáncer tiroideo bien diferenciado (papilar y folicular) tienen una excelente tasa de sobrevida a largo plazo (más del 90%), especialmente si se diagnostican y tratan de manera temprana.
Si bien el pronóstico para la mayoría de las personas con cáncer tiroideo es muy favorable, la tasa de recurrencia o persistencia puede ser hasta del 30%, y se pueden presentar recurrencias incluso décadas después del tratamiento inicial.
Por lo tanto, es muy importante que usted tenga consultas médicas regulares de seguimiento con su médico para detectar las posibles recurrencias del cáncer. El control médico debe continuar a lo largo de toda su vida.

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