¿Qué es el cáncer de la
tiroides?
La
glándula tiroides está situada en la parte anterior del cuello, justo debajo de
la laringe. Produce las hormonas que regulan la forma en que el cuerpo usa
energía (su metabolismo).
El cáncer
de la tiroides ocurre cuando se forman tumores (también conocidos como nódulos)
en la glándula tiroides.
La mayoría
de los nódulos (entre 90 y 95%) son benignos (no cancerosos), pero los que son
cancerosos pueden propagarse por todo el cuerpo y afectar la expectativa de vida.
La mayoría de pacientes con cáncer de la tiroides no tienen síntomas.
¿Qué causa el cáncer de la tiroides y quién
está a riesgo?
Se
desconoce la causa exacta del cáncer de la tiroides pero las personas que
reúnen ciertos factores de riesgo (o sea, que aumenta la posibilidad de
contraer una enfermedad o condición) tienen mayor probabilidad de contraer la
enfermedad.
Estos factores de riesgo incluyen:
• Tratamientos
de irradiación de la cabeza, cuello, o tórax, especialmente en la infancia
(pero no las radiografías diagnósticas tales como las dentales).
•
Antecedentes familiares de cáncer de la tiroides (especialmente el cáncer
medular de la tiroides)
• Ser
mujer
• Tener
más de 40 años
El tener
un factor de riesgo no significa que usted va a tener cáncer de la tiroides; algunas
de las personas que contraen la enfermedad no tienen ninguno de los factores de
riesgo. No obstante, es una buena idea hablar de su posible riesgo con el
médico.
¿Cuáles son los diferentes
tipos de cáncer en la tiroides?
• El cáncer papilar es el tipo más
común.
Aproximadamente
8 de cada 10 personas (o sea, un 80%) con cáncer de la tiroides sufren de este
tipo, el cual crece muy lentamente y suele extenderse a los nódulos linfáticos
en el cuello. Es raro que se extienda a los pulmones o a los huesos. Afecta a
las mujeres tres veces más que a los hombres y el paciente típico tiene de 30 a
50 años. Si se descubre cuando el tumor es pequeño (menos de 13 mm [1/2 pulgada]),
el porcentaje de personas curadas es bastante alto (casi 100% en pacientes
jóvenes).
• El cáncer folicular es el segundo
tipo más común (entre 10 y 15% de los casos).
Este tipo
de cáncer raramente se propague a los ganglios linfáticos o se extiende a puntos
distantes (a los pulmones o a los huesos). Afecta a las mujeres tres veces más
que a los hombres y el paciente típico tiene de 40 a 60 años. Si se descubre cuando
el tumor es pequeño (menos de 19 mm [1/2 pulgada]), el porcentaje de personas
curadas es bastante alto (casi 95% en pacientes jóvenes). El porcentaje que se
cura es un poco menos en la gente de mayor edad.
• El cáncer medular es mucho menos
común (aproximadamente un 5% de los casos).
En
general, la tasa de supervivencia a los 10 años es de 90% cuando la enfermedad se
limita a la glándula tiroides, de 70% cuando se ha extendido a los ganglios linfáticos
en el cuello y de 20% cuando se ha extendido a lugares distantes (por ej., el
hígado, los huesos, el cerebro). Este tipo de cáncer es hereditario y requiere evaluación
para determinar si otros miembros familiares están a riego.
• El cáncer anaplástico es el menos
común (aproximadamente 1 a 2% de los casos) y el más agresivo.
Es común
que el cáncer regrese después del tratamiento y hay poca posibilidad de
sobrevivir más de 6 a 12 meses. Afecta a más hombres que mujeres,
principalmente a personas mayores de 65 años. Es muy raro en pacientes jóvenes.
¿Cómo se diagnostica el cáncer
de la tiroides?
Es posible
que usted se encuentre un nódulo o que lo descubra su médico.
La manera más
fiable para diagnosticar si tiene cáncer de la tiroides es con una aspiración
de aguja fina. Esta prueba usa una aguja fina en el nódulo para extraer
muestras del líquido con el fin de examinarlas bajo un microscopio. Esta prueba
es muy exacta para identificar los nódulos cancerosos o “sospechosos” e
identificar el tipo de cáncer.
Aunque un
examen de sangre es importante para evaluar la función de la tiroides,
raramente estos son anormales en pacientes con cáncer a la tiroides.
¿Cómo se trata el cáncer de la
tiroides?
Su
tratamiento puede variar, según el tipo de cáncer y de qué tanto se ha
propagado.
Los tratamientos incluyen:
• Cirugía. Su
cirujano le quita parte o toda la glándula tiroides y posiblemente los ganglios
linfáticos que están alrededor.
Después de
la cirugía es probable que tenga que tomar hormona tiroidea por el resto de su
vida para reemplazar la que le ha dejado de producir la glándula.
• Terapia
de yodo radioactivo. Este tratamiento consiste en
tomarse una cantidad pequeña de yodo radioactivo para destruir el tejido
tiroideo que no ha sido extirpado con la cirugía. Este tratamiento también puede
tratar el cáncer de la tiroides que se ha propagado a los ganglios linfáticos y
a
otras
partes del cuerpo.
• Irradiación
externa. Para matar las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores;
la irradiación se envía a los ganglios desde una fuente externa al cuerpo.
Algunos pacientes, especialmente los que tienen cáncer avanzado y no pueden
resistir la cirugía pueden beneficiarse de la irradiación externa.
• Quimioterapia. Este es el
uso de los medicamentos para tratar de matar las células cancerosas. La
quimioterapia puede ser de beneficio para los pacientes que tienen cáncer
anaplástico de la tiroides, pero es raramente utilizada para tratar otros tipos
de cáncer de la tiroides.
¿Qué debe hacer con esta información?
Si usted
tiene un nódulo en la tiroides visite a un endocrinólogo (especialistas en condiciones
relacionadas a las hormonas) para obtener un diagnóstico. Si tiene cáncer de la
tiroides, su endocrinólogo trabajará con usted para administrar su tratamiento.
Es importante que continúe el tratamiento recomendado y las visitas de
seguimiento para asegurar un resultado saludable.
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